lunes, 26 de agosto de 2013

De cámaras prestadas y fotos lunares

Mi amor por la fotografía empezó desde muy chica. Tenía una cámara compacta rosa y violeta con la que le sacaba fotos a mis muñecas en distintos escenarios. La cama, el jardín, la terraza....
A los 16 me propuse estudiar fotografía y me compré mi cámara reflex analógica Pentax... pasaron los años... la tecnología... y mi cámara quedó guardada. En algún momento la reemplace por una pequeña digital de bolsillo mucho más práctica, pero no tan "artística" por así decirlo.
Hace unos días, algo cambió. Le pedí prestada una cámara reflex digital a un amigo con la excusa de un proyecto que estoy llevando a cabo. Decidí probarla el sábado en mi clase de danza para estudiar su funcionamiento. Lo que me sorprendió (o no) fue la felicidad que me causaba tenerla en mis manos y poder plasmar esos instantes.
Esa sensación no quedó ahí. El mundo se empezó a "llenar" de momentos y cosas para fotografiar. Las ganas de tener la cámara siempre conmigo, que habían quedado en el recuerdo, volvieron.
Esta musa repentina se convirtió en volver rápido a mi casa para juntar fragmentos de noches de luna llena e inmortalizar a amigos en reuniones y en sus actos cotidianos.
Poder cristalizar en un instante el movimiento de esos adorados zapatos o encontrar la belleza de mis amigos (así como los veo yo), eso es lo que amo de la fotografía. Es el poder mostrar mi recorte del mundo. De alguna manera eso es lo que me llevó a armar este blog. Lo que me inspira es lo que me rodea, pero no es objetivo. Esta plagado y transformado por mi mirada de las cosas. Por eso acá les dejo 3 de las tantas fotos que vinieron y vendrán.



3 comentarios:

  1. hayyy te re entiendo.... no se si soy tan fana d elas fotos.. pero te juro q me dan ganas de comprarme una camara linda y hacer curso... es otra cosa... q lindo!!! :)

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  2. ¡Felicitaciones por el reencuentro!

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