A los 16 me propuse estudiar fotografía y me compré mi cámara reflex analógica Pentax... pasaron los años... la tecnología... y mi cámara quedó guardada. En algún momento la reemplace por una pequeña digital de bolsillo mucho más práctica, pero no tan "artística" por así decirlo.
Hace unos días, algo cambió. Le pedí prestada una cámara reflex digital a un amigo con la excusa de un proyecto que estoy llevando a cabo. Decidí probarla el sábado en mi clase de danza para estudiar su funcionamiento. Lo que me sorprendió (o no) fue la felicidad que me causaba tenerla en mis manos y poder plasmar esos instantes.
Esa sensación no quedó ahí. El mundo se empezó a "llenar" de momentos y cosas para fotografiar. Las ganas de tener la cámara siempre conmigo, que habían quedado en el recuerdo, volvieron.
Esta musa repentina se convirtió en volver rápido a mi casa para juntar fragmentos de noches de luna llena e inmortalizar a amigos en reuniones y en sus actos cotidianos.

Wow!!!!
ResponderEliminarhayyy te re entiendo.... no se si soy tan fana d elas fotos.. pero te juro q me dan ganas de comprarme una camara linda y hacer curso... es otra cosa... q lindo!!! :)
ResponderEliminar¡Felicitaciones por el reencuentro!
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